Que fría es la noche
con tu silencio,
y que grande mi cama
cuando me despierto.
Estiro mis brazos
con mis manos,
te busco y no te encuentro
estoy sola en mi lecho,
añorando tus suspiros,
tus caricias y tu cuerpo
tus besos apasionados
y tu caliente, aliento.
De qué me sirven mis curvas,
de caderas y de senos
y mi rosa florecida,
te espera con su secreto.
¿De qué me sirve el ángulo
de los muslos abiertos
si no encuentran tu sexo,
me deprimo, lloro
y… pienso,
si te amo y me amas
¿para cuando nuestro encuentro?
Deseo tenerte,
abrazado a mi cuerpo,
aunque pasen los años,
yo siempre te esperaré,
deseo hacerte feliz,
porque amar es vivir.
Rosario Ayllón.
Poetisa del Amor.
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