
me trajo un dulce canto
era tu voz desde el norte,
que me decía ¡te amo!.
Seguí paseando en la playa,
a las olas les conté,
cómo te adoro mi niño!
desde aquel bendito día
que de ti me enamoré.
Pero el tiempo va pasando
y no siento tus caricias,
tus besos y tu mirada
tu alegría y tu sonrisa.
En la playa de mis noches,
quiero bañarme contigo, amor,
sentir que me sigues amando
que no hay distancia
y que tú, estás conmigo.
Pero en mi madrugada
mi cama está vacía,
deseo sentirte mi amor
abrazado a mi cuerpo,
diciéndome ¡eres mía!
Y arrúllarme en tu pecho
con tu pasión en mi ser,
amándome dulcemente
sientas, mis suspiros de placer.
Rosario Ayllón.
Poetisa del Amor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario