cenando en una terraza frente al mar,
todo era delicioso, compañía, amigas,
la luna nos iluminaba y
aquella música que surgió
de aquel acordeón
las manos que la tocaban
parecía tener magia,
vibraba el corazón.
El bullicio de la gente
a la orilla de la playa,
todo se quedó en silencio
con la música y su magia.
La cena la degustamos
relajadamente y con satisfacción
pescadito variado,
patatitas al ali olí,
tortillas de camarones,
ensalada gaditana,
algún tinto de verano y refresco de limón
y de postre un buen helado.
Aquello era el paraíso
una noche especial,
hacía una brisita
nos acariciaba nuestra piel
desde nuestro hermoso mar.
Y la música seguía
amenizando la cena,
disfrutamos y cenamos felices
armonía y buena unión
somos tres amigas, casi hermanas,
nos queremos y
nos respetamos de corazón.
Rosario Ayllón.
Poetisa del Amor.
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