Me decías, siempre seré
esclavo de tu cuerpo y de tu hermosura,
qué bella noche de amor
me regalaste mi amado,
con qué pasión me decías
que estás muy enamorado.
Acariciando mi piel
mi cuerpo entero era tuyo,
entre besos y ternura
yo te decía, abrazada a tu cuello
y besando tu dulce boca,
mi amor tú siempre serás libre,
pero esclavo de tu belleza.
La cena fue como siempre
rico manjar y buen vino,
aquel brindis que hicimos
fue tan maravilloso que,
al mirarnos a los ojos,
fue un momento divino.
Nos prometimos amor, por muchos años
siempre unidos por nuestros sentimientos,
con libertad y amor, siempre amarnos,
pero tú te sientes esclavo de mi cuerpo.
Esa esclavitud que tú sientes
abrazado a mí bello cuerpo,
soy para ti volcán en erupción
es amor y sentimiento.
Rosario Ayllón.
Poetisa del Amor.
esclavo de tu cuerpo y de tu hermosura,
qué bella noche de amor
me regalaste mi amado,
con qué pasión me decías
que estás muy enamorado.
Acariciando mi piel
mi cuerpo entero era tuyo,
entre besos y ternura
yo te decía, abrazada a tu cuello
y besando tu dulce boca,
mi amor tú siempre serás libre,
pero esclavo de tu belleza.
La cena fue como siempre
rico manjar y buen vino,
aquel brindis que hicimos
fue tan maravilloso que,
al mirarnos a los ojos,
fue un momento divino.
Nos prometimos amor, por muchos años
siempre unidos por nuestros sentimientos,
con libertad y amor, siempre amarnos,
pero tú te sientes esclavo de mi cuerpo.
Esa esclavitud que tú sientes
abrazado a mí bello cuerpo,
soy para ti volcán en erupción
es amor y sentimiento.
Rosario Ayllón.
Poetisa del Amor.
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