En coche iba paseando,un caballero me hizo auto stop,
le ví elegante y muy atractivo,
paré a su señal, y enseguida subió.
Era educado y tenía cortesía
le comenté, ¿usted adónde va?
me dijo muy quedo, con voz
muy pausada,
usted y yo iremos,
al país de nunca jamás.
Quedé algo confundida,
no tenía idea, donde estaba
ese país,
me dijo yo le indicaré el camino,
y tú muy tranquila,
allí serás feliz.
Era alto, moreno,
su hablar era dulce y romántico,
qué bellas palabras
decía en mi oído,
jamás me las dijo ningún
hombre a mí.
Escribía poemas tiernos y
muy dulces,
llenos de amor y sentimiento,
me recitó alguno
muy cerca de mis labios,
quedé prendada de aquel caballero.
Su nombre ¡Lorenzo!
otro no podía ser,
que me enamorara con
sus seductoras palabras,
sus modales tiernos,
su sonrisa amplia,
y yo a su lado me dejé querer.
Seguimos viaje hacia ese país,
misterioso y mágico de
nunca jamás,
allí me amó y me hizo feliz,
fuimos muy felices
me amó y lo amé.
Lorenzo y Rosario
siguen enamorados,
en el país de nunca jamás,
gozan de su gran amor
y por siempre felices serán.
Rosario Ayllón.
Poetisa del Amor.
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