sábado, 30 de abril de 2011

ME ACOSTUMBRASTE...

Me acostumbraste a tus besos,
a sentirme muy amada,
después marchaste de mi lado
quedé triste y solitaria.



Me acostumbraste a tus brazos
amorosos y protectores,
cuando rodeabas mi cuerpo
me elevabas al cielo,
mi vida era de colores.



Me acostumbraste a tu cuerpo
paraíso de mis sueños,
donde yo era manantial de brisa
en los ríos de tu sendero.


Me acostumbraste al amor
y cada noche me amabas
con tu ternura y pasión,
a ser tu amada y tu reina,
mi felicidad soñada.



Me acostumbraste a quererte
amarte sin condiciones,
a entregarte mi ser,
mi amor y mis ilusiones.



Acostúmbrame a tu ausencia
porque sin tí desespero
en mi soledad, y esperando,
que regreses a mi vida
y me vuelvas a decir, ¡te amo!


Rosario Ayllón.



14 – 4 - 2010












No hay comentarios:

Publicar un comentario