Las cortinas se balanceaban
del mar, venia un fuerte viento,
convertido en brisa fresca,
qué bello era el momento!
Por aquella terraza, yo veía las olas,
bailaban con alegría,
al son de canto de caracolas.
El interior de mi hogar,
con aroma de playa,
el cielo oscureciendo,
el cielo oscureciendo,
entre gris y azulado,
¡que bello mi amor!
¡que bello mi amor!
tú estabas a mi lado.
Inundados de la brisa,
Inundados de la brisa,
desnudaste mi cuerpo,
me amaste frente al mar,
¡que dulces eran tus besos!.
Tus caricias en mi piel,
envueltas en tu amor y brisa
la fragancia de amapolas,
me amaste frente al mar,
¡que dulces eran tus besos!.
Tus caricias en mi piel,
envueltas en tu amor y brisa
la fragancia de amapolas,
que venía del jardín,
me inundaba mis sentidos,
amor, caricias, ternura, dulzura y
gran pasión…
Tú, amor de mi vida, tan dulce,
me inundaba mis sentidos,
amor, caricias, ternura, dulzura y
gran pasión…
Tú, amor de mi vida, tan dulce,
eres mi ilusión,
suavecito y cariñoso,
suavecito y cariñoso,
sacaste de tus adentros
y me amaste como el más,
y me amaste como el más,
apasionado y fiero león.
La brisa sigue,
La brisa sigue,
balanceando las cortinas
y yo me siento felíz,
con el viento de la playa,
y yo me siento felíz,
con el viento de la playa,
suave y acariciador,
me hiciste sentir amada,
me hiciste sentir amada,
con tus abrazos de amor.
Rosario Ayllón.
Poetisa del Amor.
SafeCreative©0909274594027
Rosario Ayllón.
Poetisa del Amor.
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