
y seguí mi destino para verte,
en el camino había piedras
y tropecé varias veces.
Me levanté con rabia y
con más energía
caminé más de prisa
caminé más de prisa
hasta llegar a ti,
la luna me iluminaba,
la luna me iluminaba,
pero no te encontré.
Por veredas y riachuelos
caminaba yo descalza,
me senté en la orilla de un río
cansada yo me encontraba.
Dormida quedé del cansancio
muy cerquita de aquel río,
y cuando me desperté
brillaba un tibio sol y
Por veredas y riachuelos
caminaba yo descalza,
me senté en la orilla de un río
cansada yo me encontraba.
Dormida quedé del cansancio
muy cerquita de aquel río,
y cuando me desperté
brillaba un tibio sol y
no volví a sentir frío.
Caminé en la mañana,
Caminé en la mañana,
sin rumbo ni destino
para llegar a tí y
para llegar a tí y
envolverme en tu abrigo,
mi soledad, era inmensa,
mi soledad, era inmensa,
mi mente desesperaba
por caminos y senderos,
por caminos y senderos,
yo te busqué amor,
en ningún lugar estabas.
El día iba avanzando,
en ningún lugar estabas.
El día iba avanzando,
yo a tí no te encontraba,
¿dónde te encuentras amor?
Ven hacia mí, yo te espero con el alma acongojada,
el amor que por mí sentías,
¿dónde te encuentras amor?
Ven hacia mí, yo te espero con el alma acongojada,
el amor que por mí sentías,
se ha convertido en la nada?
Rosario Ayllón.
Poetisa del Amor.
Rosario Ayllón.
Poetisa del Amor.
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