
No deseo tristeza al recordarte, mamá,
pero es tan grande tu ausencia,
que no puedo remediar
que a mis ojos fluyan lágrimas,
de saber que nunca,
te podré volver a besar.
Hoy es tu aniversario
en que me dejaste sóla,
Mamaíta maravillosa,
tierna dulce y protectora.
Me dejaste un vacío
que está en mi corazón,
desde aquél seis de enero
sóla, sóla, me dejaste
Dios con Él te llevó.
Y no se dió cuenta en su infinito poder
lo que yo te necesito,
tus palabras, tus consejos
tus besos y tus caricias,
Mamá, nunca los volveré a tener.
Aunque ya soy mayor
para tí, siempre fuí tu niña,
cariñosa y con cuánto amor te cuidaba,
te mimaba y te besaba,
fuiste la más buena mamá
del mundo y del universo,
¡cuánto te quiero mamá!
y cómo añoro tus besos.
¡TE QUIERO MAMÁ!
TE ADORA TU HIJA.
Rosario Ayllón.
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