Eras página en blanco todavía
al posar tu mirada en mi ser,
cambiaste el color de tu vida
del gris pasaste al rojo,
la alegría de tu vida, se hizo mujer.
Voy a escribir en tí, con armonía
mi poesía y mis sentimientos,
colores de primavera
azules, rojos, verdes y morados,
serás mi arco iris de caricias
mi dulce trovador, mi enamorado.
Palabras trazaré en tu piel, suave
con los latidos de mi corazón,
tú, mi remanso, mi tallo verde,
vienes hacia mí como desprendimiento,
te envolviste entre mis caderas.
Nunca tuve unas horas tan breves
como las que pasé contigo,
tu amor era inmenso, y me llenaste
de ternura, pasión y dulces quejidos.
Rosario Ayllón
al posar tu mirada en mi ser,
cambiaste el color de tu vida
del gris pasaste al rojo,
la alegría de tu vida, se hizo mujer.
Voy a escribir en tí, con armonía
mi poesía y mis sentimientos,
colores de primavera
azules, rojos, verdes y morados,
serás mi arco iris de caricias
mi dulce trovador, mi enamorado.
Palabras trazaré en tu piel, suave
con los latidos de mi corazón,
tú, mi remanso, mi tallo verde,
vienes hacia mí como desprendimiento,
te envolviste entre mis caderas.
Nunca tuve unas horas tan breves
como las que pasé contigo,
tu amor era inmenso, y me llenaste
de ternura, pasión y dulces quejidos.
Rosario Ayllón
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