En un día hermoso y claroa la playa yo marché,
hacía una brisa fresquita,
me sentí feliz.
Me despojé de mi ropa
y quedé en bañador
la brisa marina,
en viento fuerte, se convirtió.
Yo seguí para adelante
y a bañarme, en el mar me sumergí,
aparecieron nubarrones,
grises y tormentosas
y algún rayo también ví.
Pero no me asusté
yo continué en mi playa,
solitaria y tranquila,
solo las nubes
eran me acompañaban.
Me sentí gaviota
volando sobre la mar,
aquellas olas inmensas
me cubrían, yo me sentía volar.
El viento arreciaba
cada vez más fuerte,
era el esperado,
viento del norte.
Viento huracanado
del norte al sur,
me abrazó tan fuerte
ese frío viento, que sentí calor.
Era tan extraño
lo que me ocurría,
el viento del norte,
unió, tu boca y la mía.
Yo sentí, tus besos en mis labios
con tanto amor,
que aquel viento
fuerte y huracanado
nos unió a los dos.
Rosario Ayllón.
Poetisa del Amor.
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